· El formato debe ser diseñado por la misma institución educativa, ya que responde a las necesidades particulares propias de los estudiantes con necesidades educativas especiales, con características muy particulares dentro de cada contexto.
· Debe haber una participación integral de todos los agentes involucrados en la educación, para que se logren las metas propuestas del PIAR: Docentes, directivos, padres de familia, comunidad en general, compañeros.
· La capacitación constante de los docentes es indispensable para lograr el objetivo de la educación inclusiva, porque son los docentes los que diseñan y aplican las estrategias que deben ser propuestas dentro de los nuevos objetivos de inclusión y de diversidad como fundamento del aprendizaje significativo.
· Implica modificaciones tanto de tipo material (espacios, contextual, herramientas didácticas, ayudas tecnológicas) como humano (apoyo psicológico, familiar) para mejorar sus condiciones emocionales, sociales, afectivas, motivacionales, y de salud mental y física que le permita alcanzar sus metas.
· Según Figueroa, L. (2019), “En los aspectos de Evaluación y Promoción, según el
diseño de los PIAR, se contemplan todas las dificultades que comprometen algún nivel o facultad de su proceso y en las cuales se deben tener en cuenta aprendizajes básicos como:
• Dominio del lenguaje oral y escrito y otras formas de
comunicación.
• Manejo de las matemáticas básicas: problemas cotidianos.
• Manejo corporal para ubicación en el espacio.
• Arte y creatividad para expresarse.
• Uso de las técnicas básicas de la información y la comunicación.
• Relaciones interpersonales, interculturales y sociales.
• Autonomía y emprendimiento.”
· Se deben realizar adaptaciones en el registro de los logros, que deben ser de manera descriptiva cualitativa, teniendo en cuenta lo que han alcanzado y lo que pueden llegar a alcanzar, realizando una escala de desarrollo de valores que respete las diferencias en la forma como asimilan los aprendizajes a un ritmo diferente.